Luces y sombras de la ley de montes

Luces y sombras de la ley de montes

Los incendios del pasado Diciembre en Asturias y Cantabria han levantado la polémica respecto a la Ley de Montes aprobada definitivamente en verano de 2015.

Varios son los puntos modificados tal y como nos explican en Aula Silvicultura, donde podéis ampliar información y que os explicamos en pocas palabras. De entre las más de 100 modificaciones, Aula Silvicultura recalca las siguientes:

  • Clasificación de los montes:

Nueva clasificación de los montes en cuatro categorías para facilitar su tratamiento, organización y determinar el tipo de gestión más adecuado a su naturaleza.  Fte: http://silvicultor.blogspot.ca/ 

  • Modelos de gestión:

Simplificación de los procedimientos para que las Comunidades Autónomas aprueben unos modelos técnicos de gestión, a los que se puedan adherir voluntariamente los propietarios forestales. Fte: http://silvicultor.blogspot.ca/ 

  • Montes de socios:

Desarrollo de la figura de los Montes de Socios, estableciendo la junta gestora y sus funciones. Fte: http://silvicultor.blogspot.ca/ 

  • Sociedad forestal:

Creación de la figura de “Sociedad Forestal”, que se constituirá a iniciativa de los propietarios como instrumentos de gestión agrupada. Fte: http://silvicultor.blogspot.ca/ 

 

Fte: Huffington Post

Fte: Huffington Post

 

Mientras que las modificaciones que mas ampollas levantan son las siguientes:

Fte: http://silvicultor.blogspot.ca/ 

 

Según el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, más de un tercio de los incendios es provocado. En 2009, 35.685 hectáreas de monte ardieron a consecuencia de la acción directa -y, en algunos casos, interesada- del hombre.

 

Porque no todo son conspiraciones y tramas políticas, qué hay detrás de los incendios de estas Navidades?

Si bien es cierto que más de un tercio de los incendios son provocados, hay que analizar cuales son las motivaciones, ya que parece que el motivo del cambio de uso del suelo no es el más frecuente detrás de estos incendios, concretamente menos del 1%.

Este estupendo gráfico no deja lugar a dudas:

 

Por todo esto, es dudosa la opinión de que estos terrenos se hayan quemado con la intención de construir, y que noticias de este tipo no sean todo lo rigurosas que debieran.

 

¿Quién gana cuando arden los montes?

 

Fte: Huffington Post

Fte: Huffington Post

 

Por contra, Virginia Carracedo en el Diario Montañés nos introduce en las motivaciones de unos incendios que tienen el origen en el mantenimiento de pastos, labor que se suele realizar en fechas invernales porque el ganado no está realizando el pasto.

La mayoría de superficie afectada es matorral y no arbolada, y suelen producirse en días en los que las condiciones climatológicas favorecen el fuego, con viento seco del sur y terreno y vegetación seca, lo cual ha sucedido con antelación a las fechas normales de Enero y Febrero:

 

Los incendios de invierno-primavera del Noroeste peninsular suponen el 63% de los incendios y el 46% de la superficie que se quema cada año en toda España y Cantabria es, por detrás de Asturias, la provincia más afectada. El 80% de estos incendios son intencionados y sus motivaciones, aunque supuestas en su mayoría, están relacionadas con el mantenimiento de pastos (según la Estadística General de Incendios Forestales de España, que recopila información desde los años sesenta), razón por la que más del 80% de lo que se quema es superficie forestal no arbolada, principalmente matorral.

Fte: El Biocultural

Fte: El Biocultural

 

Hay que tener en cuenta además que hablamos de una región con grandes índices de despoblación cuya economía está basada en recursos rurales y locales difíciles de gestionar. Es aquí donde nos encontramos con un problema mucho más complejo, donde no es fácil sacar soluciones a corto plazo y donde se cruzan intereses muy diversos.

 

En el medio rural de Cantabria, con graves problemas de despoblación, envejecimiento y abandono, aún pervive una población que sobrevive de actividades ligadas al aprovechamiento de los recursos locales, y por tanto, cualquier acción que se lleve a cabo en estos espacios no puede basarse unilateralmente en la conservación de la biodiversidad, del arbolado, del paisaje o de la caza, por poner algunos ejemplos, sino que debe integrar a las poblaciones locales y a sus actividades y sensibilidades.